Concert



En Orange Day School, promovemos la creatividad artística y musical en todas las edades, la música forma parte significativa de nuestro plan de estudios.


La instrucción musical en los más pequeños ha tenido grandes resultados. Por ejemplo, tras dos años de educación musical los alumnos de corta edad tenían respuestas cerebrales más sofisticadas y un lenguaje más desarrollado que otros alumnos que no habían recibido esta formación. A su vez el modelo de clase influye mucho en el aprendizaje y en la absorción de todos los beneficios por parte de los alumnos ya que estos necesitan participar activamente en la clase.


«La mejor manera de enseñar música es promoviendo que los alumnos se participen activamente de la clase, en un modelo en el cual se aceptan gozosamente los riesgos derivados de la creatividad, de la autonomía y apertura de pensamiento. El profesor será motivador, impulsor y coordinador en el proceso personal»
Mauricio Vuoto, director de la Escuela de Música de Brains International Schools


Cinco beneficios de la instrucción musical


1. Refuerza la atención y la concentración. La música estimula áreas del cerebro que difícilmente se pueden ejercitar de otra manera. Aquellas personas que han tenido una formación musical tienen unas capacidades de concentración y atención a los detalles superiores a la media, así como una mayor voluntad para ser constantes y a seguir una disciplina.

2. Incremento de la memoria y la creatividad. En el estudio de la música y/o de un instrumento musical se ponen en juego fundamentalmente tres aspectos: la memoria visual, la memoria muscular o gestual y la memoria auditiva, que interactúan en un complejo proceso intelectual. Este entrenamiento cotidiano contribuye a ampliar la memoria permitiendo fijar los recuerdos recientes o antiguos. Además, el estudio y escucha de la música potencian la creatividad y la agilidad mental, facilitando la solución de problemas de forma imaginativa.

3. Desarrollo de habilidades motoras y rítmicas. La audición musical guiada estimula el desarrollo de un conjunto de capacidades motoras en los más pequeños, que se ven incrementadas una vez el niño comienza a tocar un instrumento. La particularidad del estudio de un instrumento, con sus rutinas y ejercicios, ayudan a interiorizar y desarrollar una capacidad de coordinación que difícilmente se puede desarrollar de otra manera.

4. Incremento de la seguridad en uno mismo y facilidad para socializar. La práctica musical es un vehículo que puede incrementar la autoconfianza y contribuir en la solución de los problemas de falta de autoestima de los niños, especialmente durante la adolescencia. La práctica y progresos diarios, y el compartir la música con otras personas en conciertos y/o reuniones, refuerzan en el joven la seguridad en sí mismo y brindan la posibilidad de establecer nuevas amistades y relaciones.

5. Reduce el estrés. Muchos profesionales de la medicina prescriben escuchar música a aquellas personas que sufren de estrés y de ansiedad. Además, la música ayuda a generar endorfinas, la hormona de la felicidad. La música también mejora el desarrollo del área cerebral implicada en la motivación, el placer y la recompensa.

«La enseñanza de la música no se tiene que encasillar sólo en la música que normalmente denominamos clásica; la música popular contemporánea está llena de joyas de gran riqueza melódica, armónica, rítmica, etc. Debemos aprovechar esta posibilidad, que resulta por lo general muy cercana al interés los alumnos, a la vez que seducirles y motivarles al abordar las obras de los clásicos, poseedores desde luego de un gran valor musical y pedagógico»

Concert 2018


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