2.2 Parte 3



Entre bailes, gritos y pisotones Mistófelis se unió a la Carmagnole, así se llamaba aquella danza callejera. Era como un gran río humano, que corría por París rumbo al Sena. -¡Oh la la, París París! Ja, Ja, qué divertido.

charlotte

A medida que avanzaba cantando y bailando, la ciudad se abría delante de los ojos de Mistófelis, que quería saber todo -¿Y ese palacio, qué es? -Ese es el palacio de las tullerías y aquel otro palacio de torres punteagudas es la Conciergerie.- Contestó Charlotte mientras saltaba. -Uf ¡Qué hermosura! Y allá hay una isla, con una iglesia… -Es la Ile de la Cité, y la iglesia es Notre Dame. -Notre Dame…Notre Dame…

Notre Dame era el edificio más hermoso que Mistófelis hubiera visto en su vida… Tenía dos torres altas que parecían tocar el cielo y un enorme portón de entrada lleno de figuras a su alrededor. Cientos de gárgolas horribles vomitaban agua desde los techos y parecían mirar con horror a las personas que pasaban por debajo. Mistófelis estaba aterrada y fascinada a la vez. La música la envolvía, había cientos de personas bailando a su alrededor y los edificios parecían tener vida propia. La gatita tenía los ojos tan abiertos que parecían dos enormes platos amarillos y daba vueltas sobre sí misma como si bailara sin sentido.

-¡Vamos, Michi! ¡Vamos que te van a llevar por delanteeee…-Le gritó Charlotte, la levantó en brazos y se la llevó a bailarla Carmagnole por todo París. -Danson la Carmagnole Vive le son, vive le son, Danson la Carmagnole, Vive le son du canon…

charlotte