Chapter 5 Capítulo 5: “Las Lupercales”




gata


-¡Miau! Más despacio que no puedo seguirte…

-¡Qué vergüenza! Eso te pasa por ser una gata gorda, si comieras un poco menos seguro que no tendrías tanta pereza en moverte.

-No me digas qué hacer, con tanta actividad necesito alimentarme bien. Uy uy.

¿Qué está pasando? Cuidado parece que ahí vienen unos, unos, ¡Lobos! De repente, Mistófelis perdió de vista a Antonio y quedó rodeada de lobos.

De inmediato se le abrieron los ojos como dos pelotas de tenis y se le pararon los pelos del cuerpo. Pegó un super salto, casi sin pensar y se subió el tejado más cercano.

Desde allí pudo distinguir un poco mejor de qué se trataba, pero lo que vió no la tranquilizó en lo más mínimo, porque si bien los gatos le tienen miedo a los lobos, también le tienen miedo a los hombres lobo y lo que estaba viendo eran precisamente ¡una multitud de hombres lobos!

Mistófelis temblaba de pies a cabeza, tenía la cola parada y dura como un palo, los ojos abiertos, el lomo encorvado, las uñas listas para el ataque y todos los pelos de punta.


pelos


-Yo creía que esto de los hombres lobos era todo mentira, para asustar a la gente, pero los estoy viendo con mis propios ojos. Ya sé los voy a seguir, a ver a donde van.

Estos hombres lobo, estaban casi desnudos, sólo vestidos con tiras de piel de lobo y todo el cuerpo manchado de sangre.