3.5 Más pistas

Mistófelis abrió los ojos y de inmediato supo que su sueño había sido inducido por los dioses. ¡Entonces debería haber algún otro indicio para llegar al Olimpo! Efectivamente, casi mezclada entre los olivos estaba la nueva flecha que indicaba el camino. La siguió por un rato y ahí nomás estaba la última piedra con la última instrucción.