Chapter 5 Capitulo 5: “Un Mercader, un Monje y una Espia”


-Bueno, -pensó Mistófelis- ahora voy a tener que caminar un rato. Enrolló el pergamino que le había dado Teodora, agazapó las patitas, bajó la cabeza y empezó a caminar lo más cerca de las paredes posible, para no ser descubierta, después de todo era una espía real y no podía correr riesgos. Cuando llegó al mercado, tras haber pasado por las callejuelas en sombra, la luz del sol le resultó casi cegadora. Los enormes ojos amarillos se le cerraron, ¡Casi no podía ver nada! Se detuvo en la esquina para recuperar el aliento. El mercado estaba casi desierto; en el centro, el caño de la fuente se percibía claramente a través del silencio. Sobre una columna de piedra, una estatua de oro del emperador Constantino contemplaba las columnas de mármol, las sirenas e hipogrifos de bronce dorado y las tiendas con postigos que vendían objetos de plata, perfumes y joyas. -Por acá tiene que estar este… Mercader… ¿Cómo se llamaba? -Mistófelis desenrolló el pergamino una vez más-, Ah, sí…So… Sopatrus” Sin pensarlo dos veces hizo su famoso truco, se tiró al piso panza arriba, lista para enamorar al primer humano que pasara.