7.5 Desiertos

Cuando hablamos de desiertos hacemos referencia a las tierras áridas y deshabitadas de nuestra planeta, las cuales abarcan una quinta parte de la superficie total. Los desiertos se caracterizan  por su sequedad. Esta aridez se debe entonces a esta escasez de lluvias que por lo general no  superan los 100 milímetros al año. Además las temperaturas sufren un cambio muy brusco, ya que los días se caracterizan por ser muy calurosos y las noches muy frías, por lo que el resultado es una amplitud térmica muy marcada. En cuanto a la vida en este ecosistema parece ser muy difícil, sin embargo su flora (las plantas) y fauna (los animales) es muy variada y desarrollan adaptaciones particulares para su supervivencia.

Desierto Arábigo

Este desierto de gran importancia en el mundo, se extiende al este del Nilo hasta el Mar Rojo y la península de Sinaí; es decir por casi toda la península arábiga (1.300.000 kilómetros). Además abarca a varios países como ser: Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Arabia Saudí, Yemen y Qatar. Esta región ecológica cubre su zona aledaña de arenas y vientos estacionales. Además contiene en su interior un gran cuerpo de arena.

A lo largo de la historia, este desierto, pese a ser intransitable, por su aridez y escasez de vegetación visibles, ha servido como una gran vía de comunicación y camino comercial entre Oriente Medio y África del Norte. Atrapado debajo de estas arenas, encontramos una inmensa reserva de aguas subterráneas, las cuales en los últimos años ha sido empleada con gran ímpetu para el riego artificial de esta zona. A simple vista, este desierto parece inhóspito, pero se ha comprobado que es una gran fuente de recursos naturales, donde podemos encontrar: petróleo, gras natural, fosfatos y azufre. Los primeros habitantes de esta región, datan de hace 3.000 años, y se los conoció como beduinos, es decir una civilización nómada que aprovechaba las tierras del desierto como un caldo de cultivos para los camellos.

Flora y Fauna

En esta región una de las formas de vida silvestre que más se ha desarrollado son los insectos, que son capaces de soportar los sofocantes días de verano en las dunas de arena. Estos, además han desarrollado diversos mecanismos de defensa para poder sobrevivir en este ambiente protegiéndose de sus depredadores. Los insectos más comunes en el desierto arábigo son las langostas, escarabajos, escorpiones y arañas.

Sin embargo, no son los únicos. También podemos encontrar diferentes variedades de lagartos, como por ejemplo: el dabb y el varano. Pero sin dudas, las serpientes son los animales más amenazantes para la población de la región.

Dentro de los mamíferos más comunes en el desierto, esta la cabra, quien hoy ha sufrido una considerable disminución.

Ahora bien, en cuanto a la flora estas deben ajustarse a la escasez de agua y a las duras condiciones reinantes. Solo sus adaptaciones le permiten florecer tras las precipitaciones de primavera. Por ejemplo; la mostaza, el iris y las plantas alcaparradas. En cambio, en los oasis del desierto podemos encontrar palmeras datileras con gran abundancia. Estas son utilizadas como sustento alimentario para la población y los animales de la región desértica. También aquí solemos encontrar Juniper árboles (un material de construcción prominente de la zona), cebollas, alfalfa, cebada y trigo.